Alfred Jarry abre su Ubú Cornudo (1898) colocando en escena a un venerable sabio llamado Achrás que dedica por entero su vida a la crianza de poliedros y al estudio de sus costumbres: «ningún motivo me asiste para estar descontento de mis poliedros. Tienen descendencia todas las semanas; peor aún que los conejos». En Ubú Libros nos hemos dado cuenta de que apenas prestamos atención a los poliedros como los seres inquietos y polifacéticos que son. Tenemos fundadas sospechas de que un huevo de gallina no es ni más ni menos que un complejísimo poliedro. Bien pensado, un poliedro, con todas esas caras y sus innumerables vértices o cuernecillos, pudiera también ser símbolo de lo diverso y lo heterodoxo, lo que se despliega y abre cuatro, cinco, o mil puntos de fuga, dos millones de lugares y perspectivas diferentes.
Nos encanta la Navidad, pero nos incomoda la homogeneidad que a menudo impone, el discurso repetido, el imperativo consumista, la tradición que, a golpe de marketing y publicidad, termina por convertir en aburridas unas fiestas que deberían servir para encontrarnos y celebrar panza arriba.
Poliedros rodantes. Poliedros quietos y veloces. Poliedro asado. Nieve de poliedros. Ubú Libros se compromete con lo diverso y lo diferente, y os desea y os invita a disfrutar de una Poliédrica Navidad.
–