ESCOGIENDO CON ESMERO
La literatura es una fase de la vida. Si la temes,
la situación es irremediable, si te aproximas con facilidad,
lo que se diga de ella no vale la pena.
La alusión opaca, el falso vuelo hacia arriba,
no logran nada. Por qué esconder
que Shaw es tímido en el campo del sentimiento,
pero gratificante en otro sentido; que James
es todo lo que se ha dicho de él. Que no hay un Hardy novelista
y un Hardy poeta, sino un hombre que interpreta la vida
como emoción.
El crítico debería saber lo que le gusta:
Gordon Craig con su “este soy yo” y “esto es mío”,
con sus tres reyes magos, sus “tristes prados franceses” y su
“cerezo chino”
Gordon Craig, tan parcial y descarado -un crítico de verdad.
Y Burke, un psicólogo de aguda curiosidad de mapache.
Summa Diligentia: para el farsante de tan cómica reputación,
muy joven y con mucha prisa, ¡César cruzó los Alpes
en lo alto de una “diligencia!
No damos cuenta del significado,
pero esta familiaridad con significados erróneos desconcierta.
Insecto Zumbón, las velas no tienen cable eléctrico.
Perrito que correteas por el césped mordisqueando la ropa
blanca y dices
que has atrapado un tejón: recuerda a Jenofonte;
sólo se necesita un comportamiento elemental para ponernos
sobre la pista.
“Una buena salva de ladridos”, unas pocas arrugas frunciendo
la piel entre las orejas es lo único que pedimos.
Pangolines, unicornios y otros poemas
Marianne Moore
Traducción de Olivia de Miguel
Acantilado
[Disponible en Ubú Libros]